La tecnología de impresión 3D se encuentra en pleno proceso de constante crecimiento: cada vez es más eficiente, accesible y variada… pero nuestra capacidad para crear diseños 3D no crece al mismo ritmo: hasta el diseño más sencillo requiere de conocimientos en aplicaciones CAD, y de una gran cantidad de tiempo invertido en el proceso de diseño.
Todo sería diferente si contáramos con una tecnología capaz de convertir automáticamente los archivos CAD en modelos visuales modificables en tiempo real mediante controles simples en una página web, y de mandar a imprimir el diseño resultante con sólo dar a un botón. Un paradigma ciertamente diferente a la típica experiencia CAD, basada en la modificación de valores numéricos y en la espera mientras el software recalcula la geometría del objeto.
Y precisamente es este cambio de paradigma lo que se han propuesto conseguir los investigadores del MIT y del Centro Interdisciplinario Herzliya (Israel): “Tenemos la visión de un mundo en el que todo lo que compremos puede ser personalizado, y tecnologías como la impresión 3D hacen pensar que eso podría ser rentable. Así que la pregunta que nos proponemos responder es cómo podemos facilitar que la gente modifique diseños digitales de tal manera que sigan siendo funcionales”, explicaba Masha Shugrina, estudiante graduado del MIT y uno de los diseñadores de este nuevo sistema, bautizado como ‘Fab Forms’.
Con este sistema, presentado en público el pasado mes de agosto, Shugrina y sus compañeros (Wojciech Matusik, profesor del MIT, y Ariel Shamir del IDC Herzliya) pretenden lograr que el diseño visual esté al alcance de personas con poca experiencia, y además en tiempo real, gracias a que la tarea de recalcular la geometría de los objetos se distribuye entre numerosos servidores a través de la nube.
El funcionamiento de Fab Forms
El funcionamiento de Fab Forms se basa en precalcular una amplia gama de valores para los parámetros del diseño (aquellos que los usuarios de CAD tendrían que ir cambiando a mano) y almacenar las geometrías resultantes en una base de datos. El sistema almacena muestras suficientes de los distintos parámetros como para ofrecer una buena aproximación de todas las opciones disponibles.
El número de muestras almacenadas varía según el tipo de diseño con el que estemos trabajando, entre unos pocos cientos hasta cientos de miles. Los investigadores también han desarrollado algunas técnicas que permiten aprovechar las similitudes en las variaciones de diseño para comprimir los datos.
En último lugar, el sistema genera una página web que pueda abrirse desde cualquier navegador y que funciona como interfaz del usuario. En ella, una ventana central muestra el objeto 3D al tiempo que un grupo de paneles muestran (y permiten manipular) los parámetros de diseño del objeto. El sistema cuenta, además, con un método de detección de párametros que, de ser aplicados, harían del diseño algo inimprimible o inestable.
Vía | MIT News
Imágenes | Cedidas por el MIT